jueves, 23 de octubre de 2008

Fine Tuning VOL.IV 2007 pinturas
























El Retorno Político de la Imagen.

pinturas de Alejandro Quiroga.

Incertidumbre, inseguridad, desprotección, son las palabras utilizadas por Zygmunt Baugmann para definir las sensaciones que los acelerados procesos de globalización provocan en el individuo, en efecto, la inestabilidad laboral mas la perdida de referentes identitarios fuertes combinado con la vaporización progresiva de nuestras otrora fronteras políticas y geográficas generan en la colectividad un sentimiento de orfandad general que no tiene antecedentes históricos.

Al ver la serie de pinturas de Alejandro Quiroga Titulada "FINE TUNNING 4 la rueda de la fortuna" no pude evitar relacionarlas con el diagnostico cultural desarrollado por el pensador alemán, dado que en todas esas pequeñas pinturas lo que sobresalía era la fragilidad con todo el peso y complejidad que puede alcanzar esta palabra al referirla a los problemas de la imagen. La fragilidad o mas aun un lenguaje de lo vulnerable se constituía a través de esa extraña mezcla de realidades que Quiroga pone en la escena de la pintura, de este modo, casas incendiándose, árboles fracturados en su tronco, cuchillos flotando o clavados sobre ciudades y paisajes, aviones en picada etc. no comparecían en la tela para desarrollar una dinámica expresiva sino contrariamente eran convocados en esa parcial superficie como los residuos testimoniales de un mundo que ha perdido sus símbolos de orientación.

¿Que es pintar entonces? no pude evitar preguntarme, sobretodo en un aquí y ahora signado por la perdida de nuestros estandartes o blasones de sentido, en un espacio tiempo de lo indeterminado. Pintar, me respondí, no puede ser otra cosa que rehacer un silabario de realidad, recomponer un mapa interpretativo de las cosas, encontrando los restos o indicios de lo que ha quedado rotando en las orbitas de pantallas y de diarios, un ejercicio por tanto de encuadre cabalístico desarrollado al limite de la falta de marcos y medidas acordes con la infinita red imaginal que nos envuelve sin por ello protegernos.

La pintura contemporánea y muy en especial la desarrollada por Alejandro se constituye, de esta forma, en un acto ritual cuyo deseo es hacer aparecer en la tela esos lazos y vínculos existenciales que nos atan a la imagen, mas allá de ser un trabajo de reposición disciplinar los gestos que traman su imaginario están impregnados de necesidad, están habidos de encontrar las claves icónicas que puedan rehacer un espacio cultural diseminado por la monumentalidad sublime de su medialidad.

Lo interesante de tan singular manera de enfrentar la praxis pictórica es que nos retorna a antiguas modalidades de trato con los formatos de representación, claramente lo propuesto por Quiroga es recuperar ese atávico nudo que acoplaba los ojos y el mundo en un encuentro de espesor indivisible, esa perfecta sintonía entre el ser y lo visual que permitió al hombre recogerse o resguardarse de los riesgos de la vida a través de la materialización de figuras y símbolos gramados en muros, maderas y paños. No cabe duda aquí, que lo que deseo indicar esta relacionado con una idea de la imagen que desborda su actual cosificación, esta noción de lo visible muy presente en las telas de Quiroga esta relacionada con pensar su hacer como un trabajo político que brinda al espectador la posibilidad de rehacer lógicas alternativas de protección, quiero decir, que con sus mínimas figuraciones el artista logra configurar un agenciamiento plástico que nos permite nuevamente experimentarnos en tanto comunidad simbólica concreta y legible.

Esta labor de búsqueda incesante de una continuidad figural que garantice la existencia real de un nosotros es la que se refleja en cada uno de lo temas abordados, tanto en las alusiones al mundo del desastre o en las enigmáticas escenas de intimidad lo que prevalece siempre es un mundo visual plagado o lleno de presencias arquetípicas. Por otra parte, este privilegiar las dimensiones antropológicas de sus referentes por sobre sus aspectos y significados coyunturales hace que sus pinturas, sin perder actualidad, se conviertan en verdaderos amuletos protectores de su identidad pero también de la identidad de los otros.

Si "Fine Tunning 4 rueda de la fortuna" es una exposición de pinturas originada en la relectura o como dice Quiroga la sintonía fina de sus obras anteriores, enunciando con ello una revisión acuciosa de aquellos detalles secundarios al interior de los grandes formatos, yo pensaría que lo mostrado es ese fondo de temores y contradicciones que se ocultan en los reveses de toda gran imagen, efectivamente al ver la serie de telas que componen la muestra no puedo dejar de pensar en las fragilidades y violencias que organizan nuestro mundo cotidiano, sin embargo, tampoco puedo olvidar el poder de zonación que aun poseen los iconos visuales, ambas situaciones el temor y el reparo a mi parecer son los temas de esta exposición, mas allá de asuntos de pintura, su hacer o su no hacer, lo problematizado son nuestros modos de resistencia en un contexto social que ya no puede sustraerse a los procesos de globalización.

Mauricio Bravo.

artista visual y teórico independiente

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